La intrusa (Éric Faye)

Título: La intrusa

Autor: Éric Faye

Argumento: De profesión meteorólogo, Shimura lleva una vida solitaria y metódica que transcurre con precisión milimétrica entre el trabajo y su casa, un microcosmos de orden y pulcritud a las afueras de Nagasaki. Sólo el canto ensordecedor de las chicharras es capaz de alterar una rutina tan previsible hasta el día en que Shimura cree percibir pequeños cambios en la impoluta organización de su hogar: un yogur que desaparece de la nevera, el zumo de naranja que se evapora, la tetera fuera de su lugar habitual. No parece obra de un ladrón, pues todos los objetos de valor siguen en su sitio. ¿Se trata, pues, de una amante despechada, de un espíritu en busca de venganza, o incluso peor, de una alucinación? Para dilucidarlo, Shimura instala una cámara en la cocina y, perplejo, descubre la presencia de una mujer desconocida, una intrusa que lleva un año viviendo en un armario de la casa. Al exponer con exquisita sensibilidad los vericuetos de su mundo interior, la historia de Shimura adquiere una resonancia universal. De manera casi imperceptible, la novela cuestiona nuestra manera de vivir y de relacionarnos con los demás, y su lectura perdura como un temblor de tierra, inofensivo pero indeleble.

Opinión: con este libro me ha pasado algo curioso, no entraba entre mis planes de lectura. Sin embargo, un día mientras que regaba las plantas, me distraje mirando los libros de la estantería y lo descubrí. Leí de qué trataba y me pudo la curiosidad y lo empecé a leer.

Lo sé, dicen que la curiosidad mató al gato. Pero es que el libro trata de un señor que se da cuenta de que alguien está entrando en su casa, porque empieza a percibir pequeños cambios en la organización de su hogar: un yogur que desaparece de la nevera, el zumo de naranja que se evapora... ¿No os entra la curiosidad?

El protagonista es meteorólogo

Bueno pues en esta ocasión la curiosidad no mató al gato, porque fue un completo acierto ponerme a leerlo. Es un libro que casi, casi se lee del tirón de lo corto e interesante que es y, además, tiene una letra gigante que he agradecido durante toda la lectura. Sé que parezco una anciana con la última apreciación que he hecho, pero de verdad que cada vez agradezco más un buen tamaño de letra.

Oshiire

Volviendo con la historia. El protagonista se llama Shimura y es meteorólogo. El señor es bastante característico, aunque dado que ha empezado a medir el zumo de su nevera, igual me quedo corta con la descripción. Es poco sociable, maniático del orden... Me lo podía imaginar perfectamente e incluso me daba cierta ternura.

El libro es tan corto que tampoco quiero contar más del argumento, porque, en mi caso, como he dicho antes, he empezado a leerlo precisamente por la curiosidad que tenía por ver qué iba a pasar. Lo que sí puedo señalar es que la forma de escribir del autor es maravillosa, entiendo totalmente que haya ganado el premio con este libro. Refleja, pese a ser francés, un ritmo y estilo oriental perfecto para la novela.

Por todo lo anterior, os lo recomiendo leer, sin ninguna duda. Y si no os ha convencido lo que os he dicho, os añado que este libro fue la obra ganadora del Gran Premio de la Academia Francesa.

Yes, we can read together