El día que dejo de nevar en Alaska (Alice Kellen)

Título: El día que dejo de nevar en Alaska

Autora: Alice Kellen

Argumento:

Un chico con el corazón de hielo.

Una chica que huye de sí misma.

Dos destinos que se cruzan.

Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.

Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.

La nieve empieza a derretirse.

Y todo encaja.

Opinión: Tercer libro que leo de esta increíble autora y tercer acierto. Con el anterior ya os dije que a mí me había llegado más algunos momentos de Luke Evans, el protagonista. En este libro igual no he sentido esa sensación, no me veía tan reflejada en ellos. Sin embargo, me ha dado para soñar despierta largo y tendido.

—Supongo que sin evolución no habría novela. 

No sé si puede aplicarse a la vida el mismo razonamiento,

 aunque tendría su gracia. Quizás es así, 

quizá la vida es como un libro en el que hay que ir

 pasando páginas, tropezando, aprendiendo, encontrando…

 ¿Tú qué opinas?

Heather, nuestra protagonista está huyendo de antiguos demonios y termina en Inovik Lake, Alaska. Como  ella dice, todo gracias a un póster. Lo curioso es que mientras que lo leía, tuve un momento de esos de evidentemente todo esto es irreal. Es decir, recorres miles de kilómetros con 22 años, llegas a un pueblo, tienes un vecino increíble, encuentras trabajo y te haces amiga de medio pueblo. Claro. Ya me gustaría. Y ese fue el detonante, ese "ya me gustaría",  fue en el que me puse a pensar que Inovik Lake para Heather, cumplía la misma función que ese libro para mí. Lo sé, hay veces que desvarío demasiado.

Bueno, volviendo al tema. Cuando Heather llega conoce a Caos. ¿Quién es Caos?

Es un lobo. Un lobo.

Tiene el pelaje largo, blanco y gris. 

Abre las fauces y suelta un aullido. 

No es demasiado grande, pero sus dientes son puntiagudos.

"Caos" es un perro magnífico que me encanta. Junto con John, yo creo que son mis favoritos del libro. Si claro, Heather y Nilak me han gustado, es evidente. Pero creo que Caos y John transmiten mucho más. Caos es leal, incondicional, fiel...maravilloso. Y John, es fantástico, la verdad. Me gusta la paciencia que tiene, que se preocupe por Heather, que la motive, le ayude a cambiar la imagen que tiene de ella misma.

Es un libro en el que los personajes, todos ellos, te demuestran que es posible superarse. Es una historia de segundas oportunidades, de nunca rendirse, siempre seguir intentándolo.

Gracias a esta historia he ido descubriendo diferentes aspectos de Alaska. Y los he ido buscando. Los sitios por los que ellos pasan los he mirado en google maps: Tok, Fairbanks, Anchorage...Además, te habla del Canicross y del mushing.

Por todo ello, "El día que dejó de nevar en Alaska" es una historia bonita, repleta de superación y de personajes que hacen todo lo posible por volver a encontrar su lugar en el mundo. Eso sí, os aviso, si lo leéis, conseguiros una mantita y un arsenal de barritas Twix, porque os aseguro que va a caer más de un copo de nieve y vais a terminar con antojo de ese dulce.

Yes, we can read together