Título:
Un féretro en el
tocador de señoras
Autora:
Regina Roman
Retos:
- Reto “Solamente un capítulo más”: Leer un libro romántico chick lit
Argumento:
¿Qué
hacer cuando te peleas con tu rica familia y te vas de casa?
Sencillo,
irte a vivir con tu novio.
¿Qué
hacer cuando la vida junto a tu novio pijo se hace insoportable?
Sencillo,
pillarte tu propio apartamento.
¿Qué
hacer cuando un fantasma revoltoso se instala en tu piso y te encarga una
misión suicida?
La
cosa se complica… bastante.
Opinión:
Para empezar, quiero avisar de que este género no me gusta mucho. Lo digo
especialmente para que a los que les apasione no valoren solo mi opinión. De
todos modos, debo decir que el libro está bien, no es nada del otro mundo, pero
es fácil de leer, entretenido y bastante ameno.
En
primer lugar, quiero señalar que hay que dividir el libro por la mitad, más o
menos. La primera parte es la contextualización de la protagonista, la
presentación de los personajes…algo monótono, pero bueno. Es a partir de que
llegamos al momento del título ("un féretro en el tocador de señoras"), cuando empieza a cobrar vida el libro.
En
segundo lugar, voy a hablar un poco de los personajes, porque realmente creo
que es la base del libro. Pensaréis que siempre es así, pero normalmente lo
principal es la historia de amor o el asesinato o…en este caso son las
personas.
- Olivia:¡¡qué mal me caía la pobre!! Y no sé ni por qué la llamo pobre, pero es que…es una pija insufrible, que regala el dinero allá dónde va. Se supone que va evolucionando y la gente que le rodea le empieza a llamar hippy y..¡¡ja!! la cuestión es que la gente que le rodea es megapija y ella se queda en pija. No obstante, tampoco es odiosa, es que no me identifico lo más mínimo con ella y entonces, cuesta establecer una relación con la protagonista.
—Yo pertenecía a un mundo, antes. Ya no pertenezco, pero tú sigues perteneciendo al mundo al que yo dejé de pertenecer
- Gonzalo: Otro que del mismo pie cojea. Aunque en su caso, debo admitir que acaba dándome muchísima pena. Es un hombre pijo, aburrido…en mi opinión, le falta personalidad y se agarra a aquello que le da seguridad.
—No te llamaré más así y la gente del paddle... puedo cambiar de club, cambiaré. Y no te hablaré más de mi trabajo, debí saber que las finanzas eran insoportables para una chica intelectual como tú—soltó preñado de inútil admiración.
- Gilda: Es el féretro, por decirlo de alguna manera. Es divertida, con tirón...pero tampoco me ha parecido tan divertida como he leído en lgunos sitios. Me parece que Gilda y Olivia hacen una buena pareja de amigas en el libro, para que sea más divertido, pero sin exagerar tampoco.
—Nenita espabila, que sólo nos debemos a una persona en esta vida y somos nosotras mismas, nuestro divino yo con mayúsculas. Lo que no es bueno para ti, no es bueno para el universo, te lo digo porque me lo han cotilleado por ahí arriba.
En
tercer lugar, me gustaría decir, que aunque parece un libro totalmente superficial,
no lo es del todo. Es frívolo, ciertamente, pero a su vez cubre tres temas
bastante polémicos:
- - La homosexualidad
- - La diferencia de clases
- - Hacer o no, lo que los demás esperan de nosotros
Por
último, quiero señalar que la forma de narrar, con frases cortas, bastantes
diálogos…hace que la novela sea muy ligera. Asimismo, me gustaría señalar un
aspecto que para mí ha sido bastante positivo: el vocabulario. No creo que sea
algo muy sobresaliente, pero de vez en cuando hay una pincelada con una palabra
“no común” o “no tan sencilla”, que para mí ha sido eficaz para que me atrajera
más la narración.
Página
de la escritora: http://www.reginaroman.com/
Posibles recetas:
- Pollo al curry
Gonzalo saltó como un muelle y se acopló al descansillo de la escalera, mirándome con ojos de cordero degollado. Me dio tanta pena que le hubiese cocinado un pollo al curry allí mismo. Pero tenía que mantenerme sólida o el principio de mi nueva vida no alcanzaría a iniciarse.
- Pasta a la Olivia
Disponía de una receta milagrosa, capaz de transformar unos simples macarrones en un manjar de dioses. Juliana me la apuntó con pelos y señales y poco me faltó para colgármela en la frente, el caso es que no se me pasara ningún paso y aquello fuera comestible.
—Oler, huele bien—me congratulé probando una pizca con la cuchara de palo. Escuché un movimiento a mi espalda, como un crujir de tela —¿Gonzalo? —giré sobre mis talones a sabiendas de que nadie había llamado al timbre todavía
- Cordero con tomillo
Gilda redactó un listado de ingredientes en mi ordenador, que yo imprimí para comprar en el súper. Íbamos a preparar cordero con tomillo al homo para celebrar la entrada del nuevo año. Ella, mis velas, nuestro árbol de navidad y yo. En el pasillo de los embutidos, me encontré con el señor Contento y su pequeño Rey Escorpión sentado en el carro de la compra.